martes, 12 de abril de 2011

Viajes al Japon - Epidemiologiaescobar

Recomendaciones con respecto a los viajes al Japón


En este momento la OMS no recomienda restricciones generales con respecto a los viajes al Japón, sin embargo, los viajeros deberán abstenerse de visitar las zonas más afectadas por el sismo y el maremoto. Las interrupciones de los servicios esenciales, como los transportes y la electricidad, así como las actividades de socorro que se están desplegando, sobre todo la respuesta de emergencia y las actividades de control con relación a la central de energía nuclear dañada, dificultarán el traslado y podrían consumir recursos necesarios para los socorristas y la población local. Además, según han señalado las autoridades japonesas, está prohibido viajar a las zonas de evacuación y exclusión en torno a la central nuclear I de Fukushima.

Las personas que no tengan motivos para viajar deberían considerar el aplazamiento del viaje a cualquier zona donde la infraestructura se haya dañado considerablemente y donde las autoridades estén atendiendo las necesidades humanitarias urgentes.

En caso de que el viaje no pueda ser aplazado deben ser conscientes del riesgo de que haya nuevos terremotos en el país. Es más, habrá zonas donde escaseen la energía eléctrica, los combustibles, los alimentos y el agua.

Deberán estar atentas a los medios de comunicación locales, acatar los consejos e instrucciones de las autoridades locales e informar de los detalles de su visita y alojamiento a la embajada o consulado de su país.
 
La información acerca de la situación de los establecimientos de energía nuclear en Fukushima se puede conocer consultando el sitio web del Organismo de Seguridad Nuclear e Industrial del Japón (NISA) o el del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).


Solo las personas que participan en la respuesta de emergencia cerca de la central nuclear representan un riesgo de salud para los demás. Estas personas están en una zona donde hay niveles elevados de radioactividad y por su propia seguridad, deben someterse a la descontaminación antes de dejar el lugar. Las personas que vienen de la zona de evacuación de 20 km a la redonda de la central nuclear I de Fukushima y que se han sometido a los procedimientos apropiados de detección y descontaminación, así como las que proceden de otras partes del país, no plantean riesgos de radioactividad para los demás ni requieren ser sometidas a detección.
 

Exposición humana a la radiación ionizante


La población está expuesta cotidianamente a la radiación natural que procede del espacio (en forma de rayos cósmicos) y del material radiactivo presente en el suelo, el agua y el aire. Hasta cierto punto estas radiaciones naturales son inofensivas

La población puede también quedar expuesta a radiación artificial como los rayos X y otros dispositivos médicos.

La dosis de radiación se pueden expresar en unidades sievert (Sv). El promedio de tasa de dosis equivalente medida a nivel del mar es de 0.00012 milisievert mSv/h. Las personas están expuestas a aproximadamente 3.0 mSV/año, de las cuáles el 80% (2.4 mSv) tiene un origen natural (radiación de fondo), el 19.6% (casi 0.6 mSv) es consecuencia del uso de radiaciones en medicina, y el 0.4% restante procede de otras fuentes artificiales de radiación.

El riesgo para la salud no sólo depende de la intensidad de la radiación y de la duración de la exposición, sino también del tipo de tejido afectado y de su capacidad de absorción. Por ejemplo, los órganos reproductores son 20 veces más sensibles que la piel.

La dosis efectiva (suma de las dosis recibida desde el exterior del cuerpo y desde su interior) que se considera que empieza a producir efectos en el organismo de forma detectable es de 100 mSv en un periodo de 1 año.

La Unión Europea, limita la dosis efectiva para trabajadores expuestos a 100 mSv durante un período de cinco años consecutivos, con una dosis efectiva máxima de 50 mSv en cualquier año, y existen otros límites concretos de dosis equivalentes en determinadas zonas del cuerpo, como el cristalino, la piel o las extremidades, además de límites concretos para mujeres embarazadas o lactantes. Para la población general, el límite de dosis efectiva es de 1 mSv por año, aunque en circunstancias especiales puede permitirse un valor de dosis efectiva más elevado en un único año, siempre que no se sobrepasen 5 mSv en cinco años consecutivos.


Los métodos de reducción de la dosis son: 1) reducción del tiempo de exposición, 2) aumento del blindaje y 3) aumento de la distancia a la fuente radiante.

A modo de ejemplo, se muestran las tasas de dosis en la actualidad utilizadas en una central nuclear para establecer los límites de permanencia en cada zona, el personal que puede acceder a ellas y su señalización.
 

La dosis efectiva permitida para alguien que trabaje con radiaciones ionizantes (por ejemplo, en una central nuclear o en un centro médico) es de 100 mSv en un periodo de 5 años, y no se podrán superar en ningún caso los 50 mSv en un mismo año.


Medidas de salud pública

Las medidas dependen de la exposición estimada: es decir, de la cantidad de radioactividad liberada a la atmósfera y de las condiciones meteorológicas, por ejemplo el viento y la lluvia. Las medidas pueden prever la evacuación de la población que se encuentre a una determinada distancia de la central, la reclusión en casa, la oficina, algún edificio seguro o a los refugios designados para disminuir la exposición, y la distribución y administración de pastillas de yodo para reducir el riesgo de cáncer de tiroides.

Si se justifica, las autoridades sanitarias o nacionales pueden prohibir o limitar el consumo de verduras y productos lácteos producidos en las cercanías de la central.

Solo las autoridades competentes pueden recomendar, después de haber realizado un análisis pormenorizado de la situación de emergencia, cuáles son las medidas de salud pública que haya que adoptar.
 

Medidas de protección personal


En caso de irradiación, quitarse la ropa y el calzado antes de entrar en la casa o el refugio para evitar la contaminación. La ropa y el calzado utilizados deben ser cerrados herméticamente en una bolsa de plástico y colocarla en un lugar seguro.

Ducharse o bañarse con agua templada y jabón.

Notificar a las autoridades de la posesión de objetos personales que pueden haberse contaminado, para que se manejen apropiadamente y se eliminen conforme a los procedimientos nacionales aceptados.
 
Cuando se produce un incidente radiológico o nuclear, las autoridades de salud pública pueden ordenar a los residentes de las zonas afectadas que permanezcan en el interior de los edificios, en lugar de evacuarlos. Puede que se le aconseje que permanezcan en casa,, en el trabajo o en refugios públicos, lo cual le protegerá de la exposición a la radiación externa o de la inhalación de material radioactivo.


Las pastillas de yoduro de potasio solo se deben tomar si lo recomiendan las autoridades sanitarias. Si se está en riesgo de exponerse o se ha realizado la exposición al yodo radioactivo, las pastillas de yoduro de potasio evitan que la forma radioactiva se acumule en la glándula tiroides. Cuando esto se hace antes o poco después de la exposición, puede disminuirse el riesgo de cáncer de tiroides. Estas pastillas no están contraindicadas durante el embarazo o en la lactancia

OMS Acción Sanitaria en las Crisis, 1 de abril de 2011