MARIHUANA Y SU PODER DESTRUCTOR SOBRE LA PSIQUIS (Epidemiologiaescobar)
La memoria humana "se hace
humo" fumando marihuana, por sus efectos a largo plazo sobre el hipocampo.
El cerebelo procesa información que está muy relacionada con la función motora.
El lóbulo frontal, que procesa las relaciones temporales, también tiene
receptores cannabinoides.
Dada la cantidad de regiones del cerebro que son afectadas, esto significa que,
a la postre, todo el cerebro y el cuerpo entero serán afectados.
Los inconvenientes cognitivos
causados por el cannabis no son sin consecuencia. Afectan la conducción de
automóviles, pilotear un avión, o emplear una pieza de maquinaria complicada.
En tales actividades especializadas, se requiere a cada segundo una atención
constante, recuerdos, mapeo visual inmediato, y una cuenta del tiempo medida en
décimas de segundo.
Su uso disminuye la función de la glándula
pituitaria, disminuyendo la secreción de los diferentes tipos de hormonas, las
que juegan un papel crucial en las regulación de funciones metabólicas y
reproductivas en todo el cuerpo.
Las alteraciones que produce en las
membranas celulares llevan a una "desintegración molecular" de la
personalidad, que no se recupera luego de recuperarse de la adicción.
Uno de los primeros efectos
mensurables del hashish es
el gradual debilitamiento del poder de dirigir pensamientos a voluntad.
Lenta y sutilmente, la voluntad de
la persona es destruida.
Los
niños y jóvenes hijos de madres fumadoras de Marihuana, no pueden enfocar su
atención, sólo podrían desempeñar trabajos menores o de baja especialización,
porque su "voluntad", esto es, su energía y curiosidad para buscar
fuera de su infantilismo, está anulada.
Destaca el “síndrome amotivacional”
(disminución de la iniciativa personal), unido a una frecuente baja de la
capacidad de concentración y memorización.
los fumadores de marihuana o hachís
inhalan profundamente el humo sin filtrar y lo retienen en los pulmones tanto
tiempo como pueden, siendo más nociva para el sistema respiratorio que el
tabaco. Asimismo puede causar alteraciones en los sistemas reproductores
masculino y femenino (infertilidad, por ejemplo) e inmunológico.
El consumo de cannabis puede ser
peligroso para aquellos que padecen hipertensión, enfermedades
cerebrovasculares y arteriosclerosis coronaria.
Enrojecimiento
de los ojos debido a la dilatación de los vasos sanguíneos del globo ocular.
Incapacidad
de prestar atención constante y de asimilar complejos procesos de información.
Los fumadores de cannabis
desarrollan una menor capacidad de difusión pulmonar y un flujo expiratorio
forzado. El
humo del cannabis y sus residuos contienen sustancias carcinógenas relacionadas
con cambios celulares malignos en el tejido pulmonar.
Se incluyen la sustitución de
dígito-símbolos (cambio de significados del entorno), unión de dígitos,
sustracción serial (incapacidad de seguir una secuencia lógica), comprensión de
lectura y aumento de la percepción del tiempo. Mientras más compleja, menos
familiar y más difícil sea la tarea, peor será el desempeño.
También se altera la percepción de
la visión, el sonido y el tacto; afecta el estado de ánimo y la interacción
social.
Desajustes en el trabajo y una
incapacidad autorreconocida
para enfrentar nuevos problemas.
Además
de la inflamación del cerebro, el consumo habitual de marihuana también se ha
relacionado con un menor coeficiente intelectual y un mayor riesgo de
esquizofrenia y otros trastornos mentales.
Los individuos y los países que lucharon para poner a las drogas fuera de la ley, reconocieron que una nación no podía tener progreso industrial y social y un uso descontrolado de las drogas al mismo tiempo.
El progreso y las drogas son incompatibles.